Continuando con esta temática de el avance y lo malo o no que pudo haber resultado, caí en cuenta de una realidad hasta ahora para mi desconocida....
Crecimos equivocados...
Crecimos adorando a el empresario, que con lustrosa corbata y pelo corto todos los días afronta las bicicitudes de el micro centro y lleva adelante su labor en su empresa.
Crecimos observando a Donald Trump, realitys shows, estudiando profesiones que nos hagan acender en la cadena empresarial, la clla Florida y Corrientes, la Notebook, el outlook, el fichado puntual y otras yerbas....
Y mientras eso sucedía amigos mios, les informo que el bicicletero de la esquina de mi casa hace 30 años que antes de abrir su localcito a las 10 de la mañana, se toma unos mates con su mujer, se lee el diario, y comienza una jornada en su barrio, con su radio, con su puchito y su siesta...
Mi padre, el Señor Gagliano, desde los 13 años fue su propio jefe en su taller mecánico, enseñándoles el oficio a jovenes que hoy son adultos, tomándose sus tres meses de vacaciones, mientras la "gilada" tenia que optar 15 en alguna fecha.
El videolub de La Madrid, el almacén de Toto, La Verduleria de Don Eduardo, el kiosko de Abel.... en que mierda estábamos pensando?... como no nos dimos cuenta?, ellos sonreían por lo bajo, mientras decoraban su localcito que les daba de comer y les dejaba criar a sus hijos y el resto del mundo como pelotudos en un embotellamiento mientras se les cae el pelo o les da caspa...
En 20 años de razón económica, jamas observe estas pequeñeces que a la gente las hace feliz, pero hoy dia por fin me di cuenta... yo no se ustedes queridos mios, peor yo encaminare mi vida chacia otro rumbo...
Un pensador ofuscado, con el engaño de años....
jueves, 26 de junio de 2008
lunes, 2 de junio de 2008
El progreso fue un suicidio, fue un fracaso...
Que raro que es abstraerse del mundo, de uno y de la vida misma...
Un ejercicio lacónico, que golpea a la existencia misma, que la hace temblar desde sus cimientos, que la mata y la logra renacer.
Una vez leí un libro... donde decía de lo glorioso de la existencia, de la simple y básica existencia.
De lo rebuscada que fue la forma en que el hombre dio vueltas a su alrededor, hoy quiero escribir sobre eso.
12.30, caminando por la avenida corrientes, logras entrar dentro de vos mismo, logras despegar, aunque sea 12 cm por sobre las cabezas de los miles que caminan de un lado al otro, sin parar, sin detenerse a buscar esa razón.
Logras adoptar un paso leve, y ves las estructuras modernas, sobre las estructuras antiguas, amuradas, remachadas, nadie observa por dentro... a nadie le importa, observas atravez de una pared de vidrio, y el videoclip en que se convirtió el trastornado entorno, comienza a funcionar en cámara lenta, todo parece cobrar significado; desde la corbata manchada, hasta el carrito de bebe usado, el café pago, el cigarrillo y la posible crisis inminente, y el empujón, de la mano del estres, el que habla solo, o el que oculta su calvicie, el que hace deporte entre caños de escape, o la mujer que abandona, o el niño que ya no observa nada más que su teléfono móvil, el adolecente que fuera de su pc nos sabe como es ruborizarse.
Toda esa obra macabra sincronizada hasta en el mas mínimo segundo al que llamamos progreso.
Un ejercicio lacónico, que golpea a la existencia misma, que la hace temblar desde sus cimientos, que la mata y la logra renacer.
Una vez leí un libro... donde decía de lo glorioso de la existencia, de la simple y básica existencia.
De lo rebuscada que fue la forma en que el hombre dio vueltas a su alrededor, hoy quiero escribir sobre eso.
12.30, caminando por la avenida corrientes, logras entrar dentro de vos mismo, logras despegar, aunque sea 12 cm por sobre las cabezas de los miles que caminan de un lado al otro, sin parar, sin detenerse a buscar esa razón.
Logras adoptar un paso leve, y ves las estructuras modernas, sobre las estructuras antiguas, amuradas, remachadas, nadie observa por dentro... a nadie le importa, observas atravez de una pared de vidrio, y el videoclip en que se convirtió el trastornado entorno, comienza a funcionar en cámara lenta, todo parece cobrar significado; desde la corbata manchada, hasta el carrito de bebe usado, el café pago, el cigarrillo y la posible crisis inminente, y el empujón, de la mano del estres, el que habla solo, o el que oculta su calvicie, el que hace deporte entre caños de escape, o la mujer que abandona, o el niño que ya no observa nada más que su teléfono móvil, el adolecente que fuera de su pc nos sabe como es ruborizarse.
Toda esa obra macabra sincronizada hasta en el mas mínimo segundo al que llamamos progreso.
Las mariposas ya no tiene ganas de venir para este lado...
Todo parece tener un curso mortífero, en una inmensa corriente que arrastra a todo el que no se agarra de algo.
Todo parece tener un curso mortífero, en una inmensa corriente que arrastra a todo el que no se agarra de algo.
No quiero...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)